Se pueden distinguir dos equipos, electromagnético de rotor inducido y de imán permanente.
En el caso del electromagnético de rotor inducido, está compuesto por 2 etapas de separación, la primera etapa o módulo de baja, se compone de un tambor magnético de imán permanente, de baja intensidad y alto gradiente, cuya misión es la de evitar el paso de piezas ferromagnéticas a la siguiente etapa de separación, en donde podrían ocasionar averías mecánicas.
La siguiente etapa de separación está formada por un módulo de alta intensidad con varios rotores inducidos en cascada, capaces de influenciar y extraer los materiales paramagnéticos, distribuidos en una o dos líneas paralelas de uno a tres rotores cada una.
Es el equipo de separación más potente donde se consiguen campos magnéticos de hasta 21.000 Gauss y de un gran gradiente. Bajo estas condiciones de trabajo, se producen fuerzas de atracción muy altas sobre materiales paramagnéticos de susceptibilidad magnética muy baja como óxidos de hierro y manganeso, hematites, limonitas, micas, etc.
El segundo equipo de alta intensidad e imán permanente está diseñado para realizar la extracción del material débilmente magnético, que como impureza se encuentra entre un material seco de granulometría fina.
El separador consiste en un alimentador vibrante que recibe el producto y lo distribuye uniformemente y en capa fina sobre una banda especial antiestática y muy fina.
El rodillo de arrastre o motriz de esta banda está formado por la acumulación de imanes permanentes de Tierras Raras de altísimo poder magnético y de polos magnéticos de acero de alta permeabilidad.
El resultado es la creación de un campo magnético de alta intensidad y de muy alto gradiente capaz de atraer materiales magnéticos muy débiles como óxidos de hierro, polvos débilmente magnéticos y una elevada cantidad de paramagnéticos.
A cada granulometría de material le corresponden unos óptimos de ancho de polos y de ancho de imanes.
El material transportado por la banda, al llegar al rodillo magnético queda sometido a su campo. Las partículas magnéticas son atraídas acompañan al rodillo en su giro y se desprenden por debajo y detrás del rodillo, en una caída claramente diferenciada de la del material no magnético que cae libremente sin ser influido por el campo magnético.